El Papa Francisco afirmó hoy que "los pueblos indígenas son un grito viviente a favor de la esperanza" y que recuerdan "que los seres humanos tenemos una responsabilidad compartida en el cuidado" del medioambiente.

Este fue su mensaje al encontrarse hoy en la sede de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con los representantes de los 31 diferentes pueblos indígenas que han participado en la cuarta reunión mundial del Foro de los pueblos indígenas, convocada por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) en Roma.

Durante estos días, representantes de pueblos originarios de todo el mundo se han reunido en Roma para intercambiar opiniones sobre el tema: "Fomentar los conocimientos y las innovaciones de los pueblos originarios en pro de la resiliencia al cambio climático y el desarrollo sostenible".

Francisco, que en su pontificado ha puesto la atención sobre la defensa del medioambiente y ha expresado en varias ocasiones su apoyo a los pueblos originarios, reiteró hoy que nuestro planeta esta herido "en muchas regiones por la avidez humana, por conflictos bélicos que engendran un caudal de males y desgracias, así como por las catástrofes naturales que dejan a su paso penuria y devastación".

"No podemos seguir ignorando estos flagelos, respondiendo a ellos desde la indiferencia o la insolidaridad o posponiendo las medidas que eficazmente los afronten", aseveró.

Al respecto, Francisco afirmó que "los pueblos originarios, con su copiosa variedad de lenguas, culturas, tradiciones, conocimientos y métodos ancestrales, se convierten para todos en una llamada de atención que pone de relieve que el hombre no es propietario de la naturaleza, sino solo el gerente".

"Los pueblos indígenas son un grito viviente a favor de la esperanza. Ellos nos recuerdan que los seres humanos tenemos una responsabilidad compartida en el cuidado de la 'casa común'", afirmó.

Francisco agradeció a los pueblos indígenas su lucha por afirmar que la tierra no sirve solo para "explotarla sin miramiento alguno" y que tiene que ser defendida "por encima de intereses exclusivamente económicos y financieros".

Agregó que existe el peligro de que los pueblos que se dicen "civilizados" se consideren "de primera" respecto a los llamados originarios o indígenas.

"Es el gran error de un progreso desarraigado, desmadrado de la tierra. Es necesario que ambos pueblos dialoguen. Hoy urge un mestizaje cultural donde la sabiduría de los pueblos originarios pueda dialogar al mismo nivel con la sabiduría de los pueblos más desarrollados, sin anular", añadió.

EFE